Desde hace año y medio empecé a tirar con carretes de 35mm, revelando y escaneando yo mismo en casa. Puedo decir que no hay mejor manera de abordar la calle, siendo uno con el entorno, con lo que realmente somos todos. Volver al carrete es el paso que me faltaba en mi fotografía, la manera de poder proyectar el proceso mágico de dejarte fluir cuando crees llevar las riendas de lo que fotografías ahí fuera. En esta serie hay fotos tiradas con lomography fantome kino 8, kentmere 400, y fomapan 400. Diría que fotografiar en la calle es el momento de comprensión de lo que significa la experiencia humana, puedes ver absolutamente todo lo que somos en décimas de segundos, puedes presenciar toda la misera, o toda nuestra grandeza. La calle es la verdad de la humanidad. Un saludo desde Barcelona.